( Final, pimera entrada).
Hoy desperté y como de costumbre comencé a preparar mis cosas para irme a la escuela. Miré a mi hermano mayor alistándose para irse a trabajar no le permiten llegar tarde. Un poco más tarde salí de casa rumbo a la escuela; todo parecía ir normal. Al llegar al metro noté que había muchos policías y varias filas de jóvenes ¿no sabía qué era lo que pasaba?
Me sorprendí demasiado. Observaba como muchos chavos, chavas y ancianos comenzaban a correr ¿no sabía porqué lo hacian? Delante de mi pasó un señor y descuidadamente tiró su periódico, el encabezado decía:
Por decreto del gobierno se ha estipulado que todos los ciudadanos; cristianos, homosexuales, discapacitados y enfermos no podrán tener acceso a las universidades, negocios públicos y privados. El ciudadano que pertenezca a las categorías mencionas y viole este decreto será encarcelado y se le decomisaran todos sus bienes. Teniendo como objetivo llevar acabo "La Ley de Pureza" instauradas por el nuevo gobierno.
No creía lo que estaba pasando. Corrí a donde pude, tropecé con mi amigo Emilio. Me agarró del brazo y me llevó hacia su vehículo, logramos alejarnos del sitio. Un poco más tranquilos nos quedamos viendo, no podíamos creerlo lo que estaba pasando: Porqué esa decisión de un día para otro. Emilio me llevó a casa, lo primero que hice fue buscar a mi madre. Al verla la abracé fuertemente noté que unas lágrimas caían sobre mi rostro. Comencé a platicarle lo que me había pasado y preocupada mi madre me dijo:
-Lo bueno es que estas bien y lograste escapar. Me preocupa tu padre y tu hermano, espero en Dios que se encuentren bien.
Enseguida encendí la radio, comenzamos a escuchar que cientos de cristianos, homosexuales, discapacitados y enfermos estaban siendo encarcelados por policías del nuevo gobierno. Mi angustia creció. Fuera de mi casa escuché como unos policías aprehendían a un vecino el cual es homosexual, lo estaban masacrando a golpes. Mi madre me tomó del brazo apago la radio y nos fuimos al sótano de la casa. No sabía que pensar; la ciudad está llena de policías.
Miré mi relog, eran más de las siete de la noche: Mi padre y mi hermano aún no llegaban. De repente escuchamos un ruido arriba de la casa. Mi madre dijo:
-Iré a ver qué pasa, no te vallas a mover de aquí.
Contesté que sí, pero me quedé preocupada: decidí seguirla sin que se diera cuenta, pero al llegar a la parte de arriba noté que eran mi padre y mi hermano los que habían llegado. Corrí a abrazarlos, me percaté que mi hermano estaba golpeado. Nos fuimos hacia el sótano para refugiarnos, al estar ahí cuestione a mi hermano.
-¿Te habían atrapado verdad?, él respondió:
-Sí, pero logre escaparme, al ir corriendo por la avenida encontré a papá el cual venía huyendo también. Nos logramos ocultar en unos botes de basura, esperamos hasta que se fueran los policías y después logramos llegar a casa. Realmente pensé que no los volvería a ver.
Pasaron las horas: Nos mirábamos el uno al otro, qué pasaría con nosotros. De repente todo había cambiado ya no eramos libres de salir a la calle. Esa noche traté de dormir pero no lograba conciliar el sueño. Le dije a mi madre:
-Qué clase de vida nos espera de hoy en adelante, no es justo. Siento coraje e impotencia al no poder hacer nada. ¿Qué pasara mañana?
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Hace 10 meses
Hola compañera. Te recomiendo revises la ortografía de tu texto, por ejemplo aquí: "mi relog"... También que trates de poner más orden a tus ideas y sobre todo a las ocasiones en que haces referencia a las conversaciones con tu familia. =)
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